domingo, febrero 28, 2010

28 de febrero

Hoy es 28 de febrero, y como todos los veintiochos de febrero no es el día de Andalucía, es el día de mi madre, su cumpleaños. Como ella nos decía de chicos, es un día tan especial que se hace fiesta.

Y en un día tan señalado le quería dedicar este relato de Cristina Peri Rossi llamado Crianza

Siempre imagino que mi madre tiene nada más que veinticinco años (la edad que ella tenía cuando yo nací), de ahí que me enfurezca si la oiga arrastrar los pies, cloquear, toser, pensar como una vieja. No entiendo por qué a los veinticinco años le han salido arrugas ni me explico cómo siendo tan joven se acuesta tan temprano.

Si en algún momento de pavorosa lucidez advierto que es una vieja, tal descubrimiento me llena de horror, por lo cual trato inmediatamente de expulsar dicho comportamiento de la luz de mi conciencia, de manera que en seguida recupera sus veinticinco años.

Ella me trata a mí continuamente como si yo fuera una niña, por lo cual nos entendemos perfectamente. No insisto en crecer, porque sé que es inútil: para nosotras dos, el tiempo se ha estacionado y ninguna en el mundo podría hacerlo correr. Moriré de cinco años y ella de veinticinco: a nuestros funerales asistirá una muchedumbre de ancianos niños y de niños que jamás llegaron a crecer.


Felicidades mama!

lunes, febrero 01, 2010